De la filosofía y la antigua contienda entre el arte y la técnica y su reflejo en la edición y la Postproducción

"Que la filosofía... deje de ser coto, dominio de propiedad privada de filósofos, y pase a ser dominio común de literarios, músicos, poetas, matemáticos, físicos y técnicos, quienes puedan ayudar a los filósofos de profesión y vocación a solventar... problemas, cuestiones, teorías filosóficas, sacándolas... de la fase mágica: ideas, fórmulas, gestos mágicos, a la fase de palestra, campo de experimentación, mundo de aventura, malaventura o bienaventura."

Juan David García Bacca.

Con mucho respeto y reconocimiento, agrego a las palabras del profesor García Bacca que es imprescindible además que la Filosofía sea de dominio común de los Editores, los Montadores Cinematográficos, quienes tenemos en nuestras manos la responsabilidad de enhebrar la trama de los relatos audiovisuales, espejo radiante en estos tiempos oscuros. 

Hagamos entonces un breve ejercicio de epistemología del Montaje y la Postproducción... 

La postproducción audiovisual tiende a ser vista solo desde la perspectiva del avance tecnológico, y por lo tanto relegada a una condición subalterna, posterior. y en algunos casos, para visiones inocentes, innecesaria. Esto por supuesto, motivado también a la clásica visión  que el mismo gremio cinematográfico tiene sobre el Montador, quien básicamente es visto apenas como un auxiliar narrativo, secretario técnico de los autores de la obra cinematográfica. 

Para el pensamiento ilustrado moderno el Montaje Cinematográfico es la cuna del estudio del Cine como Lenguaje. Las Primeras 3 décadas del siglo XX fue tiempo de investigación y experimentación lingüística con el Montaje Cinematográfico. Tanto en Estados Unidos como en Europa, y en la Unión Soviética de la mano del Cineasta Serguéi Eisenstein, de Dziga Vértov, de Vsévolod Pudovkin. 

A finales del Siglo XX inicia la transición del soporte Cinematográfico de los derivados del ácido acético, al tal vez, aún más complejo soporte digital. esta transformación trae también la incorporación de una nuevo conjunto de conceptos y procesos, estos últimos como una evolución de procesos de Postproducción tradicionales en el Cine óptico, que adquieren nuevas definiciones y explicaciones derivadas del conocimiento de los procesos de computación orientados al tratamiento de la imagen y el sonido. Sin embargo, en un principio la comunidad entiende la Postproducción como una ocupación administrativa de los procesos de culminación de una película. y pese a esto, queda en manos del personal de Postproducción la enorme responsabilidad de hacer real lo que, hasta el momento de la Postproducción no es más que fragmentos dispersos de un relato, con dramaturgia, interpretación actoral, sueño, idea, intención, registro de imagen, sonido... Aun después de más de 120 años de historia del Cine, demasiada gente está convencida que las películas salen directo de la cámara a la pantalla de exhibición. 

Y es aquí donde retorna la antigua visión de una supuesta lucha entre el arte y la técnica como opuestos en conflicto. un pensamiento que, acaso no sea tan antiguo en Occidente como pretenden quienes lo esgrimen como argumento para justificar evadir el estudio de la técnica para intentar contener su influencia limitadora en la creación artística,  por lo tanto,  una justificación para relegar a la Postproducción al más oscuro fondo de lo subalterno. 

Si nos atenemos a la visión epistemológica, esta noción del arte es un remanente Romántico de los albores de la Modernidad. El Renacimiento ya había dado los pasos necesarios para conjugar el arte y la técnica de manera armónica.  Los antiguos de Occidente tenían claro que no hay arte sin técnica y viceversa. Desde esta perspectiva, acaso no sea temerario afirmar que tratados sobre arte de la antigüedad clásica son textos fundamentales cuyo estudio aporta elementos para una epistemología del arte contemporáneo. Y en cuanto a lo que nos atañe, de los oficios del Montaje y la Postproducción. Curiosamente,  los que profesan desdén por el estudio técnico para la consecución de la obra artística tal vez olvidaron o incluso desconocen el valor de los textos clásicos entendidos como manuales técnicos del arte. La escuelas de pensamiento de la modernidad tienen una cuota de responsabilidad en esta visión, tal vez porque en algunos casos se ha impuesto visiones infantiles que desdeñan el pasado, deslumbrados por los juegos y artificios del presente. Curiosidades y paradojas de nuestros tiempos. 

A mediados de los años 40 del siglo XX el Filósofo Juan David García Bacca. Nacido español y radicado en Latinoamérica, publica una excelente traducción de la poética de Aristóteles. Los que tengan la oportunidad de revisar las notas a manera de prólogo del Profesor García Bacca, y su traducción, encontrarán el manual necesario de introducción a la filosofía del Montaje Cinematográfico. totalmente vigente, aun en nuestra realidad signada por códigos binarios:






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